CONTANDO

Diez linces. Diez flamencos.

De repente, murió un lince.

Un chico lo vio y se preguntó qué había pasado.

Parecía algo normal,

al fin y al cabo era la muerte de un animal.

Nueve linces. Diez flamencos.

En un abrir y cerrar de ojos

murieron tres linces y dos flamencos.

El chico lo volvió a presenciar

y aquí ya le empezó a extrañar

aquello que había sucedido.

Seis linces. Ocho flamencos.

De un momento a otro,

dos linces y unos cuatro flamencos

en el suelo y muertos habían aparecido.

El chaval ya no podía aguantar más

y decidió ponerse a investigar.

Eso sí, con la ayuda de su elenco.

Cuatro linces. Cuatro flamencos.

El chico comenzó a pensar

que estos animales los habían matado,

por ejemplo, disparando.

Otros tres linces y dos flamencos vieron llegar su muerte.

El chico se asombró.

Aquello era muy fuerte.

Solamente un lince. Dos flamencos.

Tras haber estado investigando,

el chico vio que la causa de esas muertes

no era la que tenía en mente.

Vio que era más bien un problema

relacionado con aquel dañado medio ambiente.

Se murió el último lince.

Linces extintos. Dos flamencos.

Que los humanos habían sobreexplotado

todos aquellos acuíferos

descubrió el chaval.

También vio que el resultado de esta actividad

había sido más bien infructífero,

destruyendo un bello ecosistema

en un breve lapso temporal,

muy rápidamente.

Y murieron los flamencos.

Linces extintos. Flamencos extintos.

Y ya se había concienciado

cuando pensó qué se podía realizar.

Reflexionó también sobre el calentamiento global,

cuyas consecuencias en la zona

en algún momento se iban a mostrar.

No supo qué medidas tomar.

Entonces, una campaña de concienciación acabó por crear.

Allí, junto a todos los afiliados,

una solución parece que llegaron a encontrar.

“Esa solución, ¿cuál será?”

“Pero, ¿seguros que funcionará”

eran lo más preguntado.

El grupo no concluyó qué respuesta dar.

Finalmente,

tan pronto como apareció el chaval,

este les dijo:

“Todo eso ya se verá;

pero, con toda vuestra ayuda,

el lugar se salvará”.

Felipe Cánovas Trueba
Curso 4º ESO
IES  “Bernardino de Escalante” . Laredo (Cantabria)