Con este dibujo pintado al óleo, quise representar un testigo: nuestra conciencia colectiva, su culpabilidad y su tristeza, a causa de los problemas ambientales que hemos provocado. Porque no sólo representé a la Tierra incendiándose, sino que también atrás se ve reflejado este planeta rodeado de basura espacial. En la pupila de este ojo que representa al testigo, se muestra reflejada la Tierra en llamas, lo cual le provoca llanto. Las lágrimas, lejos de ser transparentes, son más que nada verdes, representando la suciedad y la contaminación. El planeta se incendia de la parte superior, lo cual es más impactante, ya que ahí se encuentra su parte más fría: el polo norte. A este último lo representé como un cuerpo cristalino de agua que se está derritiendo, aunque más precisamente representa la “destrucción” en sí. Atrás del ojo, se ve reflejada la Tierra en un espejo, el cuál muestra el problema ambiental de la basura espacial (como anillos en torno a ella). Por último, la pintura está en un fondo de colores de tonalidades oscuras para dar la sensación de estar viendo el fenómeno desde el exterior, en el espacio. Quise utilizar imágenes humanas que fueran impactantes incluyendo el tema de basura espacial, que me parece muy importante visibilizar. Elegí este título pues Apokalyptikós viene del griego ἀποκαλυπτικός, que significa terrorífico o espantoso, generalmente por implicar un exterminio o devastación, pues aunque todavía no ocurre, existen las condiciones que nos permiten saber que esta devastación es una posiblidad real a futuro que necesitamos contemplar para poder revertirla.
Zara González Figueroa
3º de ESO
Colegio Madrid (México)
